¿Qué hay detrás del estrés postvacacional?

¿Por qué tengo tanta pereza y tanto cansancio cuando vuelvo de vacaciones? No lo entiendo. Te prometo que he descansado y que mi trabajo me gusta ¿qué me pasa? Me decía una amiga el otro día por teléfono. Me ponía un ejemplo que me pareció muy gráfico. Por las mañanas parezco una niña a la que arrastran al colegio y no para de gritar: ¡no quiero ir! ¡¡¡¡noooo!!!!!

Es un grito interno muy potente pero lo ahogamos con cafés, excusas y quejas para intentar tapar esta sensación cuanto antes. Nos intentamos calmar diciéndonos que le pasa a todo el mundo pero eso no sirve de nada porque, por mucho que intenten convencernos, de tontos no tenemos ni un pelo.

¿Pero qué hay detrás de ese grito? Si pudiéramos hacer una encuesta a nuestro cuerpo, el corazón, como portavoz, nos diría algo así:

  1. Nos resistimos a vivir con tanto estrés. Somos capaces de soportarlo pero no es la mejor manera de motivarnos.
  2. Regálanos más tiempo, por favor.
  3. Queremos hacer más cosas que nos gusten.
  4. Queremos emocionarnos persiguiendo nuestros sueños.
  5. Transforma la exigencia y el castigo, por ilusión y ternura y te seguiremos al fin del mundo.

Respira estas respuestas y deja que tus emociones te den ideas de cómo llevarlas a la realidad en tu caso…

Si nos paramos a escuchar qué mensaje está queriéndonos transmitir nuestro cuerpo, podremos encontrar alguna clave para que este curso nos guste mucho más.

Quizá nos demos cuenta de que no hay que ir corriendo a todos los sitios, que meditar antes de una conferencia nos ayuda a disfrutarla más, que comer despacio nos sienta mejor, que reír y jugar con nuestros hijos nos llena de energía, que la naturaleza nos equilibra, que las pausas nos inspiran o que el silencio forma parte de la música de la vida.

Prueba. Si visitas cada día el bosque de tus emociones, aprenderás a descifrar sus enseñanzas.

BOSQUE EMOCIONES